FINAL DE COPA DEL REY 2013 (PREVIA)

Hoy se cumple un mes de la final de Copa que enfrentó al Real Madrid contra el Atlético de Madrid en el Santiago Bernabeu y que acabó (como me gusta decirlo) con la victoria en el prórroga del Atleti por un gol (Cristiano Ronaldo) a dos (Diego Costa y Miranda).

Este primer post de homenaje a aquel 17 de Mayo de 2013 está dedicado a la previa de ese partido.


Desde el momento en que se supo los dos finalistas yo no tenía duda de que el mejor sitio para la final era el Bernabeu más que nada por el tamaño (en estos casos sí importa) del campo y porque allí no habíamos perdido ninguna final. Lo que no me quería creer eran los rumores acerca del precio de las entradas (como era posible que en un momento de crisis como el que estamos viviendo se pudiesen pedir esos precios por unas entradas para un partido de fútbol). Pero al final hice mía esa anécdota que cuentan de un fan incondicional del torero Curro Romero que, después de una faena desastrosa del diestro, le gritó desde el tendido:

"¡¡¡Curro!!! ¡¡¡A la próxima corrida va a venir tu puta madre!!!...Y YO"

Así que me tragué mi mala leche y me hice con una entrada para la final (Fueron dos, la otra la compartí con mi sobrina. Era su primera final y fue como llegar y besar el santo).

La previa estuvo marcada por la posible desvirtualización unos cuantos followers de mi mundo "tuitero". De un tiempo a esta parte, Twitter se ha convertido en algo (si sois fieles a este humilde blog, ya sabéis lo difícil que es para mi definir que es esta red social) a lo que dedico bastante tiempo. Y de ese tiempo que dedicas al mundo 2.0, siempre estás más pendiente de unas personas que de otras.

Una de esas personas es un cocinero madrileño, que cuando le empecé a seguir en Twitter estaba en Marbella y ahora ha llevado su arte culinario a Alemania. Nuestra "especial relación" comenzó cuando, como todas las noches, él tuiteó su resumen de su día de trabajo. Días maratonianos que acababan siempre a horas intempestivas. Y una noche que lo hizo a las dos de la mañana, le dije, en plan de broma, que ese día había terminado muy pronto. No podemos decir que le gustara mi comentario, tampoco se enfadó, pero desde aquel día, me dijo que todas las noches, cuando terminara su jornada laboral, me mencionaría para que viera a la hora que terminaba...y salvo días sueltos, lo ha cumplido a rajatabla. Así que podéis imaginar la ilusión que me hacía el poder conocerle. (Desde aquí también quiero agradecerle los consejos que me dio para hacer un poco más fácil mi viaje a New York).

Desde el instante que más o menos tenía el Atleti encarrilado su pase a la final, nos citamos para ese día, pero con los problemas de fecha, hora y lugar de la final, se quedó sin entrada y ahí aparece la otra persona que también tenía ganas de desvirtualizar.

Con este otro tuitero top de mi timeline, empecé a estrechar lazos porque los dos hemos sido papás casi a la vez (solo le aventajo en seis meses y en dos niñas más), así que nos contamos nuestras mutuas alegrías, penas, noches en vela (las suyas son más que las mías), los avances de nuestras peques, compartimos alguna duda y lo más raro, alguna vez me ha pedido hasta consejo. Pues bien, él sí tenía entrada para la final y como nuestro querido Chef se había quedado sin una, le dijo que si era capaz de conseguir vuelo le vendía la suya. Y dicho y hecho, después de mucha búsqueda de vuelos, conexíones etc, consiguió el viaje, así que como lo prometido es deuda el Sr. Barba (Lolo a partir de ahora)  le dio su entrada (no sé si alguna vez se habrá arrepentido de hacerlo, pero como dice él, siempre cumple sus promesas).

Os podéis imaginar que si ya estaba nervioso por el partido, el pensar en la desvirtualización no me ayudaba a relajarme. Me guasapean donde están y cuando mi sobrina (siempre le agradeceré que viniera conmigo) y yo llegamos al punto de encuentro como no nos conocíamos físicamente me puse a dar vueltas hasta que (una desvitualización más) otra de las imprescindibles de mi timeline me preguntó si yo era Dexter (que es como me conoce en el mundo twitter) y gracias a ella y lo que le gusta hablar el primer encuentro fue más fácil de lo que me esperaba (¿Os he dicho que le encanta hablar?). Conocí a su marido, también a Álvaro. Lolo hizo de embajador atlético intentando convencer a un sudafricano de la excelencia del color rojiblanco. Apareció nuestro chef favorito (Víctor, a partir de ahora) después de su odisea desde Alemania. Hablamos, nos reímos, disfrutamos de una gran previa, sobre todo en el momento en que Víctor, después de llevar ya un rato hablando conmigo me dice que quien era yo. (No me jodas, no me reconoció. Por lo visto, como le envié un chiste la semana anterior en la que aparecía un tío bajito y calvo, pensaba que yo era así y creía que todavía no había llegado.) Fue brutal, un momento inolvidable. Como también fue inolvidable el momento en que, cuando ya nos íbamos para el Bernabeu, apareció (como ella misma se define)  una hooligancilla. Esa chica que se hizo famosa en mi timeline el día que en el Calderón (que en teoría es nuestra casa) le quitaron una pancarta porque se debían sentir aludidos nuestros "amigos" del dúo prescrito.

Así que como ya se acercaba la hora, nos despedimos de Lolo (que como recordáis le vendió su entrada a Víctor) que, en teoría, tenía que volver a su casa y bajamos lo que nos quedaba de Castellana hacia lo que se prometía un partido histórico...(como decían en Regreso Al Futuro)

TO BE CONTINUED...