miércoles, 30 de enero de 2013

DÍA DE LA PAZ

En esta entrada de Yo Confieso ya os decía que tengo la cabeza tan vacía que en cuanto oigo una canción, ya no puedo sacarla de ella hasta que oigo otra (una especie de un clavo saca a otro clavo).
Pues bien, este viernes en el cole de mis peques se celebra el Día de la Paz. Y todos los años, cada clase se aprende una canción que luego cantan delante de todo el colegio, incluidos los familiares que vayan (o puedan ir, porque es a una hora que no todos los padres que trabajan pueden pedir permiso. Lo de la conciliación sigue sin estar bien aplicada). Así que os podéis imaginar que se oye estos días en casa (una y otra vez y otra vez y otra vez...).


Una de las canciones no la había oído nunca y la otra tampoco. Uno de los cantantes no sabía que existía y el otro pensaba que ya no cantaba. Una, no me gusta nada y la otra, cuanto menos, es pegadiza y tiene como misión mover nuestras conciencias.

Sin más preámbulos, comparto con vosotros mi sufrimiento. Pensad que vosotros podéis dar al STOP, yo no puedo quitarles las pilas a mis peques.

La primera. El Amor de Tito el Bambino (Esta es la que no había oído nunca, ni la canción ni al cantante y si Dios quiere, no volveré a oírla más después de este viernes)


La segunda. Vamos Adelante de Serafin Zubiri (Este es el que yo pensaba que ya no hacia nada en el mundo de la música después de haber ido dos veces a Eurovisión y no haber ganado. Lo último que sé de él es cuando participó en Mira Quien Baila. Es un poco "canción protesta")

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